Cuando me he puesto a reflexionar sobre educación sobre una hoja en blanco, inmediatamente he sentido la necesidad de escribir el nombre de los protagonistas de todo este asunto: los alumnos. He tenido claro que alrededor de ellos giraba el concepto de educación que yo tengo. #dibujamelas
https://twitter.com/solosilbia/status/837999457711063040
En primer lugar, hay que saber qué saben y qué quieren saber acerca del tema que se les presente. Ellos de alguna manera también pueden ir guiando el proceso de E-A (enseñanza-aprendizaje). Aquí la dificultad mayor que encuentro es que los alumnos frecuentemente están desmotivados o en una espiral de "pasotismo" motivada normalmente por factores múltiples (entre ellos, la propia adolescencia como proceso de cambio-incertidumbres). Si no rompemos esa espiral nada de lo que hagamos después servirá para nada. El alumnos tiene que sentir cierta curiosidad por lo que va a aprender. Es difícil arrancar, pero también es verdad que una vez que el alumno/a tiene dentro de sí la semilla de la curiosidad, ésta se multiplicará exponencialmente y los avances en este sentido se aceleran solos, muchas veces sin que el propio alumno sea ya capaz de frenar su propia curiosidad. Por ello, lo primero es echar la rodar la curiosidad, cuanto más cuesta abajo, mejor.
Después necesitamos saber dónde vamos a encontrar la información que necesitamos (en el profe, en los libros, en internet...) y siempre con esa información hay que "hacer algo". El alumno/a no puede ser solamente una mochila que llenamos/cargamos de conocimiento. El alumno/a debe hacerse responsable de su equipaje, saber dónde lo coloca y qué hacer con él y para qué. Por eso en este proceso es importantísimo lo que el alumno/a APORTA.
Es importante tener a nuestra disposición una serie de herramientas (¿qué tengo para llegar a donde quiero llegar? De todo esto que tengo, ¿qué quiero utilizar? ¿qué me va a ser más útil?): un cuaderno de trabajo, una agenda, un blog, un portfolio, un ordenador, internet, una tablet, programas informáticos, cuadernos, folios, material de oficina...etc). No siempre tenemos de todo, así que hay que ajustar nuestra forma de trabajar a lo que tengo a mi alrededor y crear con ello lo mejor que pueda crear. El alumno junto con el profesor deben seleccionar lo que se necesita en cada momento para trabajar de lo que tienen a su alcance, procurando que el alumno/a termine por conocer cuantas más herramientas mejor para luego poder elegir aquellas en las que se sienta más cómodo siempre que se le dé la posibilidad de elegir.
Establecemos un "feedback" entre los pares (alumnos-compañeros) y entre los alumnos y el profesor, que a su vez también anticipará el proceso con un "feedforward". Esto digo que lo hará el profesor porque tiene más experiencia, pero cuanto más abunde el alumno en la repetición de procesos como este, más capaz será de anticipar sus propias necesidades como estudiante. Paralelamente, el alumno debe hacer una autoevaluación para autorregularse y colocarse en el camino correcto.
Subyace a este proceso global la necesidad de que el alumno se conozca como alumno (tiene que saber cómo aprende mejor, qué cosas se le dan bien, qué no, qué necesita y pedirlo). Es por ello que para mí la educación de hoy y desde luego la del mañana tiene que estar basada en la formación global del individuo (en busca de su felicidad, principalmente, si queremos) y eso no se puede hacer sin acceder a un conocimiento EMOCIONAL el proceso de E-A. Así, el profesor tiene que conocer a sus alumnos, que son personas y que aprenden en gran medida por cómo se siente de cómodos contigo y con tu materia (¿cuántas veces no nos ha pasado que amamos u odiamos una materia solo por esa conexión con el profesor/a?). Tenemos un papel muy importante, pero no "importante" como se concebía hace unos años encima de una tarima, sino importante con un sentido más emocional, de acompañamiento y es necesario que nos convirtamos en el tipo de profesor que nos gustaría que tuvieran nuestros hijos, convertirmos en una especie de "coach" que motiva, acompaña, media, orienta el proceso de E-A...y que anima y ayuda a que todo este complejo proceso que cuesta poner en marcha que hace que muchos de ellos lleguen a casa y cuenten asombrados y enorgullecidos lo que han aprendido hoy en clase. Se trata de hacerlos caminar hacia adelante con su mochila de experiencias, una sonrisa, recuerdos y un saco lleno de curiosidad. ¿Es una forma utópica de entender la enseñanza? Es posible, pero como dice E. Galeano, "La utopía está en el horizonte. Camino dos pasos, ella se aleja dos pasos y el horizonte se corre diez pasos más allá. ¿Entonces para qué sirve la utopía? Para eso, sirve para caminar".
Aquí tenemos algunas infografías acerca de cómo aprendemos y sobre la educación cuyos autores se encuentran citados en las mismas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario